Miel de espliego
La miel de espliego, también conocida como miel de lavanda, es una variedad de miel floral que se obtiene principalmente del néctar de las flores de espliego (lavándula latifolia). Esta planta aromática crece en abundancia en diversas regiones de España, especialmente en zonas del mediterráneo como Castilla-la Mancha y la Comunidad Valenciana.
Características
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Color: ámbar claro con tonalidades doradas, aunque puede variar a un tono más oscuro dependiendo de la presencia de mielatos.
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Aroma: floral intenso con notas aromáticas típicas del espliego, muy persistente.
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Sabor: dulce con un toque ácido y ligeramente amargo al final.
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Consistencia: fluida, con tendencia a cristalizar de forma media.
Propiedades y beneficios
La miel de espliego es conocida por sus numerosos beneficios para la salud:
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Propiedades antibacterianas y antisépticas: ayuda a combatir infecciones, promover la cicatrización de heridas, quemaduras leves y picaduras de insectos.
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Beneficios para el sistema respiratorio: alivia afecciones de garganta, tos y congestión de las vías respiratorias gracias a sus efectos expectorantes y antiinflamatorios.
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Propiedades relajantes: reduce el estrés y la ansiedad, mejora la calidad del sueño y promueve la relajación general.
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Acción diurética: ayuda a eliminar toxinas del organismo, mejorar la función renal y prevenir la retención de líquidos.
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Aporte nutricional: rica en vitaminas del grupo b, vitamina c, minerales como magnesio, fósforo, potasio y calcio, y antioxidantes como flavonoides.
Usos.
Puedes disfrutar de la miel de espliego de diversas formas:
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Directamente: por cucharadas para aprovechar al máximo sus propiedades.
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En infusiones: añade una cucharada a tus tés o tisanas para potenciar sus efectos relajantes.
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En repostería: utiliza como endulzante natural en postres y bizcochos.
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Con yogur o cereales: incorpora una cucharada a tu desayuno para un toque dulce y saludable.
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En mascarillas faciales: mezcla con otros ingredientes naturales para crear tratamientos de belleza caseros.
Condiciones de conservación.
Conservar en un lugar fresco y seco, preservado de la luz directa del sol. La miel no es recomendable para menores de un año.
